sábado, 24 de mayo de 2008

Como dijo el Carreta: Al fondo hay sitio

Una combi, un colectivo, una couster, son lugares donde pasamos seis años de nuestras vidas. Aproximadamente. Seis años de nuestras vidas peleando con el cobrador porque no nos quiere cobrar medio pasaje (derecho estudiantil), seis años de hacernos los dormidos para no dar asiento, así estemos en "Asiento reservado"; seis años que escuchamos reguetón con más flow, (reggaetón si googleas) , seis años apretujados con gente que ni conocemos, seis años de pitear porque el carro se queda en el semáforo mientras tu te haces más tarde, seis años que nos revelamos ante el "Cobra" porque no queremos apachurarnos al fondo, seis años de paleteadores que trabajan mejor en las horas puntas, seis años dentro de las discotecas andantes con luces de neón, (sobretodo combis).

Ahora, viajar en vehículos de transporte público de hace una tortura. Extraigo una entrevista que una revista dominical le hizo a Miguel Sidia, él es ingeniero del instituto de tránsito de Lima. El experto sostiene que "no se necesitan tantos intercambios viales". Plantea soluciones alternas. Una de ellas es la semaforización. En la capital hay más de 200 intersecciones que no cuentan con esta herramienta de regulación. Una de las razones puede ser: Que un semáforo, no se puede inaugurar, pero un pomposo intercambio vehicular sí y además, es muy probable que aumente la popularidad de Alcaldísimo Luís Castañeda Lossio (sol sol sol, yo soy un girasol). Popularidad que por cierto, es mucha, a pesar de las quejas de los transportistas por tanto hueco y tanto desvío.

A la policía se le respeta

Hablando de rutas cortadas y desorganización en desvíos vehiculares, también podemos hablar de policías de tránsito. Indigna ver que a diestra y siniestra, estos malos miembros de la institución policial, extorsionen a incautos choferes. Les dan la opción de la "coima" para que no les impongan papeletas o no lleven sus vehículos al depósito.

"A la policía se la respeta", es un plan que se lanzó en 2003, si no me falla la memoria, cuando la cartera del interior era presidida por el periodista y columnista político , Fernando Rospigliosi. El objetivo principal de esta campaña, era lograr que los Policías se respeten y que cuenten con la confianza de la ciudadanía. ¿Cree que un custodio del orden se ganará el respeto de la gente extorsionándola? Esta es una situación que se repite años y años atrás. Ahora, ¿Cómo el ciudadano va a denunciar estos malos actos si están dentro de la "cochinadita"?, claro con algunas excepciones . Lo cierto es que con este rollo no se logró ni se logra cosa alguna.

Soy de la idea que los policías, tengan vigilancia al máximo. En algunos puntos de la capital, están acompañados de oficiales o superiores, pero esto no es arreglo. Soy testigo visual de que los mismos encargados permiten estos actos ilícitos. Una de las soluciones puede ser que sean observados silenciosamente, aunque suene raro y seamos un país que vigile a quienes deberían vigilar. A esto se debe agregar severas charlas éticas.

¿Qué se podría lograr con esto?, que aunque sea por temor a ser "ampayados" se pare la mano en estos abusos de autoridad de parte de los policías. Con esto lograr que la gente se crea que este es un amigo en el cual pueda confiar y que no digan "estos no se mueven sin hay plata" como escuché decir a una indignada señora en el centro de Lima luego de que un maleante le arrebató la cartera y recibió la resignación de un policía al ver que el malandrín se perdía en un tumulto de gente.

Las cosas se están haciendo al lo criollo, a la champa, no hay organización alguna. Como dijo Miguel Sidia, "hay métodos para hacer los desvíos. Se tiene que analizar muy bien para optar por lo más idóneo. Los desvíos no consisten en amarrar un triplay a un poste", y es lamentable que a este desorden se agreguen los malos policías. Estos opacan a la institución, porque hay policías buenos y honestos, conozco a muchos de ellos. Son cosas que sólo suceden el Perú y en que el gobierno tiene mucho que trabajar.







miércoles, 21 de mayo de 2008

Cuando la basura tiene un precio

Botellas y envases de vidrio o plástico, papel y metal (de cualquier tipo), son algunos de los materiales que se pueden reciclar y que muchos desconocen. En el siguiente informe, entérese de qué manera se puede aprovechar cada uno de los sólidos mencionados. Además del trabajo sobre la trata de “desechos”, que realizan sólo dos municipalidades en todo Lima, encontrando en esto un medio para dar trabajo y preservar el medio ambiente.

“Un par de Kilos más y saco para mi almuerzo” dice mientras empuja su triciclo Aurelio López, un recolector de plásticos y chatarra de San Martín de Porres. Él se dedica más de 15 años a este negocio para poder subsistir.

Aurelio tiene que juntar cantidades verdaderamente grandes para poder sacar algo “que pase piola”, pues por el kilo de cartones le dan S/. 0.20 céntimos, igual por el fierro. S/. 0.50 por el de vidrio y S/. 1.20 por plástico. Las cosas mejoran cuando llena su triciclo con Aluminio de alguna vitrina vieja que encuentra tirada en un basural o una zanja, pues recibe S/. 4.50 por cada kilo, o mejor aún si encuentra un artefacto viejo y oxidado de donde puede sacar Cobre. Si llega a juntar un kilo S/. 21 soles llenarán sus bolsillos y callará su estómago. Cada fin de jornada termina en un depósito de material reciclable de la Avenida Carlos Izaguirre y con 20 soles en el bolsillo. Claro, si todo sale bien.

Negocio rentable

“Los productos que usados con frecuencia son los plásticos, que pueden ser reciclados, para ello es fundamental realizar una recolección selectiva, pues cuanto más limpio llegue a las plantas de separación, mejor se podrá reciclar. Por su parte el vidrio - uno de los materiales más apreciados para fabricar envases, también es fácil de reciclar. Los especialistas señalan que al fundir el vidrio para darle forma de nuevo, mantiene todas sus propiedades con lo que se ahorra un 93% de los materiales y un 23% de energía en comparación con la fabricación a partir de materias primas nuevas”, se lee en el blog “La basura: ¿es tan mala como la pintan?, resaltando la importancia que tiene el reciclaje.

Según nos dice Aurelio, los productos que ellos (Los “recolectores”) venden a los depósitos son revendidos a empresas enfocadas en procesar estos insumos y convertirlos en productos útiles, hasta al “doble del precio”.

En las etiquetas de las botellas de plásticos y gaseosas se encuentra, por sus siglas en ingles la inscripción PET, que es la abreviación de Politereftalato de etileno, material del que esta hecho las botellas de plástico, junto a ella se encuentra el símbolo mundial de reciclaje. Estas botellas son vendidas a las empresas fabricantes de poliéster. En estas fábricas, el plástico se hace picadillo para que sea más fácil el proceso para hacer hilos.

El polar, la tela que nos ayuda a combatir últimamente los crudos inviernos, es el resultado de este proceso. De ahí, se fabrican buzos, casacas, colchas, ropa para mascotas, chalecos, chalinas. Infinidad de prendas se pueden hacerse con esta tela. Incluso es recomendado el uso de vestimentas de polar a pacientes con artritis y reumatismo. También a personas que sufren de alergias.

Los cartones y papeles usados, son procesados y suspendidos en máquinas con agua y sal. Luego se le colocan aditivos para que fijen el color que va a tener el nuevo papel. Se pasan por unos rodillos metálicos y se obtendrán las hojas y finaliza cuando entran a proceso de secado en planchas que evaporan el agua que aún queda en el pliego. Después de todo este proceso, se le da el mismo uso que tuvieron. En este caso, cabe el dicho “papel eres y en papel te convertirás”.

De esta misma manera, se aprovechan los recursos de metal. Se funden y fabrican materiales para construcción.

Un reporte de 1997 del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) indica que sólo en Lima, se generaba un millón 267 mil 679 toneladas de basura al mes. Toda esta cantidad no es tratada –hasta ahora- y va a los rellenos sanitarios, queda expuesta al aire libre o es quemada. Esto se convierte, junto a la contaminación que genera el parque automotor, en el tipo de infección al ambiente más peligrosa que tiene Lima, según opiniones de científicos y estudiosos en el tema.

En ese entonces, la población que tenía Lima era de siete millones 060 mil 599 habitantes. Ahora en 2008, que superamos los ocho millones de habitantes, esa cantidad ha aumentado considerablemente y las autoridades, salvo dos, no diseñan planes o estrategias para darle un tratamiento adecuado a los “desperdicios”.

La basura sirve

La Municipalidad de Santiago de Surco, es la única que aprovecha estos recursos. El proyecto “En surco la basura sirve” se creó en el año 2000. Comenzó con la concientización de los vecinos, creando en ellos conciencia por la conservación del medio ambiente. La etapa posterior consistió en educar a la gente, para separar de manera correcta los desperdicios útiles. La municipalidad hace entrega de bolsas de color anaranjado y unidades de recojo especializado se encargan de llevarlas a la planta de tratamiento.

La planta que procesa los desechos del distrito, da aproximadamente una ganancia de más de 100 mil dólares anuales y genera más de 30 puestos de trabajo. “Con esta iniciativa, se logra disminuir el volumen e impacto negativo de los residuos, y a la vez que se crea el hábito de la separación y una conciencia nueva acerca del problema generado por una mala disposición de los residuos”, también se puede ubicar en el blog.

Otro distrito que también procesa la basura que genera, es Villa el Salvador, sin duda alguna uno de los más pujantes de la capital. Ahí, se desarrolla desde el 2004 un programa de reciclaje donde participan más de mil 700 familias que separan sus desperdicios.

Villa El Salvador es el segundo distrito, después de Surco, que tiene prácticas ambientales de recolección selectiva de residuos sólidos, demostrando que a pesar de que un porcentaje de su población vive en la extrema pobreza, tiene el compromiso de cuidar su medio ambiente.

En estos tiempos, donde la contaminación ambiental impera y el calentamiento global, amenaza con devastar el mundo, el reciclaje se acentúa cada vez más fuerte como una buena opción de conservación y preservación del medio ambiente. Además otorga ganancias muy generosas que no se deberían desaprovechar.