
Para mentir hay que ser inteligente, tener en cuenta las consecuencias que continúan a la mentira y preverlas; ser coherente con lo expresado y no revelar el secreto absolutamente a nadie. Es lo más tonto. Fue todo lo que no hizo Susan Hoefken, Gerente de la empresa encargada en Perú de realizar la exposición “El Cuerpo Humano. Real y Fascinante”, al inventar el robo de un pulmón de esta muestra.
Hay que tener caca en la cabeza para pensar de la manera que Hoefken pensó. Embarró la imagen del Perú mundialmente. Declaró que era una vergüenza que un hecho así haya sucedido en Perú. No fue consiente...