martes, 5 de agosto de 2008

Accidentes de tránsito, inflación y un perro lamiéndose el colorete

Domingo en la mañana. Todo se ve tranquilo cuando no te has metido una bomba el sábado. Salgo a comprar el periódico a la esquina, y el barrio muestra la misma escena de siempre. El perro de mi vecino lamiéndose el colorete, niños con uniforme para que se vayan a entrenar a algún lado, tiendas cerradas, borrachos soñando con san Pedro, en fin. Todo se presta para poder decir, es un domingo típico.

Luego de apreciar el paisaje dominical, llego al puesto del canillita. Antes de comprar el diario de siempre, doy una ojeada a los titulares de los demás. A mi costado, hay unos deportistas entusiastas y me consta que sólo entusiastas, pues ya jugué con ellos, prestos para dirigirse a jugar a la pelota. En ese momento me di cuenta que sólo estábamos despiertos el perro, los niños, el canillita, los deportistas y yo. Nada raro para ser domingo.

La racha de accidentes de tránsito sigue, eso es lo que me dicen todas las portadas. Hasta el momento hay más de 400 víctimas según un diario, mientras que el otro me dice más de mil. Sea cierta cualquiera de las dos versiones, sé que están muriendo mucho en las pistas peruanas. Me puse a pensar las causas: Malas carreteras, malas señalizaciones, malos conductores, malas autoridades, por los ineficientes planes que plantean.

Alzo la mirada, y de la subida me percato que un carro viene de carril derecho a izquierdo dibujándose en la pista, baja a toda velocidad, el conductor parece estar ebrio. El auto pasó por nuestro lado y también pasó el miedo de que podemos ser embestidos. Alzo la mirada y me doy cuenta de cómo estamos, de cuantos accidentes nos dejó el cumpleaños de nuestro Perú y nadie hace nada. Nadie sanciona a los responsables, y no me refiero a los choferes. Además la mayoría de estoy muere. Me refiero a los que contratan a malos choferes, los que hacen circular vehículos en mal estado, los que realmente deben pagar por estos actos irregularidades. ¿Y “Tolerancia cero”?, eso simplemente fue un fiasco.

Abro el diario que compré y la situación no mejora. La inflación sigue subiendo. Según el gobierno, se debe a que se está arrastrando la inflación extranjera, y por “el incremento del gasto público”. Lo cierto es que los más pobres son quienes sienten la pegada inflacionaria. En los sectores D-E-F, las familias destinan un promedio del 60 a 65% de sus ingresos a alimentos. Sólo hace falta ponerse a pensar un poco en lo que está ocurriendo en estas familias cada vez que van al mercado y tiene que subir a una escalera para alcanzar los precios. No creo que sea un problema de crisis económica, si estamos en una época de “Bonanza e inmejorables perspectivas de crecimiento económico en la región”, según dicen los especialistas. Para mi el problema es de distribución. Porque los ricos se hacen más cada vez, por ese problema. Todo va para ellos y nada para los que realmente necesita.

Regreso a mi casa, y los niños ya están llegando al paradero para tomar el bus, los entusiastas ya se fueron a pelotear, los borrachos aún balbucean con San Pedro y el perro sigue lamiéndose el colorete. Los muertos por los accidentes de tránsito suben mientras lo hace la inflación. Los pobres se hacen más pobres cada día, y la balanza de la distribución sigue inclinada por el peso de la clase social.

Acá un Spot uruguayo sobre las consecuencias de los accidentes de tránsito. Una triste realidad...

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